Adulterio

1.  "Después de conocer a cristo cayendo en pecado y llega a tener hijo con otra mujer. No sé si Dios Perdona."

El adulterio tiene sus consecuencias, siempre, pero DIOS, si perdona, si se lo busca con arrepentimiento. Señala la BIBLIA arrepentíos y convertíos, además dice que abogado tenemos y que, si confesamos nuestro pecado, ÉL es justo para perdonarnos de nuestra maldad. 
1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 
1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
Isaías 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

 

2.  "Que es la respuesta para mi infidelidad?"

La Biblia conta la historia de una mujer agarrada en el acto de adulterio en San Juan 8:2-11, "Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba. (3) Los escribas y los fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, (4) le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. (5) Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? (6) Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. (7) Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. (8) E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. (9) Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. (10) Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? (11) Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más."  La actitud de Jesús hacia la mujer refleja su propósito redentor para la raza humana.  Él no la condena como si no fuera apta para recibir el perdón, sino que la trata con bondad y paciencia a fin de guiarla al arrepentimiento.  Hay salvación para ella si deja su "vida de pecado", es decir, si deja de vivir en adulterio y vuelve a su propio esposo.  De cierto hay perdón, pero Jesús no contempla con indiferencia el pecado del adulterio y la angustia y desdicha incalculables que eso causa tanto para los adultos como para los hijos.  Lo que Cristo le ofrece a esa mujer es la salvación y una salida de su vida de pecado.  La condenación de Cristo la espera si se niega a arrepentirse y a entrar en el reino de Dios.  {{Ana}} si también ha arrepentido Él dice a ti "Yo te perdono. Yo no te condeno; vete, Y No Peques Más."

 

3.  "Descubrí mi esposa con otro hombre estoy desesperado no sé qué hacer."

(Raul), déjeme expresar la lástima que siento por oír de su situación, pero también permítame animarle: no está sola en su dolor. El Señor entiende cómo siente. Él también fue dejado solo, traicionado de un amigazo, y sintió mucho dolor. Por eso, El entiende y puede darle consolación. David también fue rechazado, primeramente, por sus padres, (Salmo 27:10) y luego por su rey, esposa y un hijo. Durante estos tiempos de dolor, el empezó a derramar su dolor en cánticos al Señor (de allí vienen los salmos) y encontró de nuevo la esperanza, gozo y paz cuando recibió la consolación de Dios.

Quisiera decirle que ahora es el momento para fijarse en Dios. De esta manera puede recibir la consolación que necesita para poder sanarse de sus heridas emocionales. Una vez sanado, puede empezar perdonar a los que le han hecho daño. (Mateo 6:12)

Así levanto esta oración a su favor: Señor, oro por mi amigo, (Raúl). Tócalo para que vea que tú estás en control, que tú estás mucho más fuerte que cualquier circunstancia. Ayúdale a ver cómo tú puedes redimir su situación y a tener fe que le tienes un futuro mejor. Esto te pido en el nombre fuerte de tu Hijo, Jesucristo, amén.

 

4.  ¿Como puedo sanar mi corazón? Hay mucho odio y dolor debido a mi esposo. 

(Persona), quisiera expresarle la lástima que siento por la situación en la cual está actualmente. Imagino que la vida que usted tenía que llevar ha sido sumamente difícil. 
No obstante, aunque doloroso, esta situación no es sorprendente. La Biblia nos dice que nuestro enemigo, Satanás, es como un león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).
Lastimosamente, los seres humanos, los que no han puesto su fe en Jesucristo están bajo el control del mismo Satanás y llegan a hacer su voluntad en el mundo. (Efesios 2:1-2) Es decir es muy probable que ha utilizado a esa gente para estorbarla.

Sin embargo, la Biblia nos enseña que, aunque Satanás controla este mundo, mayor es el que está en usted, si permanece en Cristo Jesús, que el que está en el mundo. Es decir que no se tiene que actuar de miedo, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7).

También quiero animarle. Puede parecer que ha sido una víctima de la circunstancia, pero Dios puede encaminar a bien las cosas que otros nos hacen para hacernos daño (Génesis 50:20). Le sugiero que leas la historia de José que empieza en el libro de Génesis, capítulo 37 y termina en el capítulo 50. Él fue traicionando por sus propios hermanos, acusado falsamente, y echado en la cárcel por un delito que nunca lo hizo. Ahí todo el mundo parecía olvidarse de él, pero Dios estuvo con él (Génesis 39:2, 21), intervino en su vida y usó esa situación para levantarlo hasta ser gobernador de todo un país.

Permítame orar por usted: 
Señor, oro por mi amiga, (Persona). Tócala para que vea que tú estás en control, que tú estás mucho más fuerte que Satanás que motiva a los que la habían hecho daño. Ayúdale a ver cómo tú puedes redimir esta situación y a tener fe que le tienes un futuro mejor. Esto te pido en el nombre fuerte de tu hijo, Jesucristo, amén.

Espero que esta respuesta haya sido de bendición para su vida.

 

En mi casa nadie es evangélico, pero yo he ido varias veces a una iglesia cercana, y me gusta. Mi problema es serio y penoso. Mis padres son casados y somos tres hijos, pero yo me he enterado por otras personas de que mi padre es infiel a mi madre. Ella no lo sabe, ni mis hermanos; pero, como usted comprenderá, una situacion así no debe continuar y alguien debe hacer algo. Yo le pregunto a usted, ¿qué debo hacer? ¿Hablo con mi padre? ¿Le cuento a mis hermanos y a mi madre? ¿Me guardo el secreto esperando que mi padre se arrepienta?

Casos como el suyo se ven muy a menudo en nuestra pobre sociedad, a la que le falta una buena dosis de temor de Dios. Para un hijo es no sólo vergonzoso, sino doloroso, sentirse defraudado por su propio padre. Sin embargo, es un alivio saber que sus hermanos y su madre aún no se han enterado. Y digo que es un alivio porque en esa situación hay esperanza para la solución inmediata del problema.

Mi recomendación personal es que usted no le demuestre su resentimiento a su papá. Más bien trate de comprenderlo. Todo hombre en cuya vida no ha habido una relación formal con Dios se ve a menudo envuelto en circunstancias difíciles. Usted puede ayudar a su papá a escapar de este problema, pero tiene que poner mucho amor y mucha comprensión de su parte.

Invite a su papá, pero a él solo, para hablar en algún sitio discreto en el que puedan conversar sin testigos. Dígale que la noticia a usted lo ha sorprendido porque ustedes como hijos siempre han tenido un elevado concepto de su conducta como padre.

Dígale usted que nadie más sabe, para que él sienta mayor confianza. No pretenda aconsejar a su papá. Más bien dígale que usted habla porque no quisiera callar como cómplice en un dolor que a quien afectaría más tremendamente sería a su mamá.

Dígale usted a su papá cuánto lo quieren ustedes. Y prométale también que nadie más sabrá lo que ahora han tratado.

Busque a Dios en oración, antes de hablar con su padre.

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